El Tratado de Versalles fue un pacto mediante el cual Francia buscaba anular a Alemania, su histórico rival continental, algo con lo que no todas las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial estaban de acuerdo.
“Lo más importante es que fija una serie de demandas económicas tan duras para Alemania que crean las condiciones para una nueva guerra mundial”, reseña Patricio Geli, profesor de Problemas Mundiales Contemporáneos en la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Geli dijo que Francia “era la potencia mundial que quería establecer las condiciones más severas” con el acuerdo, firmado el 28 de junio de 1919. Y resaltó que “los generales franceses buscaban desmembrar a Alemania, cosa que los ingleses no estaban de acuerdo”.
Según el analista, el Tratado de Versalles cambió la realidad de Europa porque ya habían desaparecido varios imperios, entre ellos el ruso, el otomano, el austrohúngaro y el alemán, circunstancia que provocó la aparición de nuevos países como Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia, las repúblicas bálticas y Finlandia.
El analista recordó que el pacto consagró el principio de autodeterminación de los pueblos y señaló que “la Primera Guerra Mundial dio origen al comunismo y a la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el fascismo en Italia y en Alemania, donde se alía con la ultraderecha”.
“El tratado fijó las condiciones para la rendición de cada uno de los países de los llamados imperios centrales. Por un lado estaban los Aliados formados por Gran Bretaña, Italia, EEUU y Rusia, y por el otro peleaban Alemania, el imperio Austrohúngaro, el imperio Otomano y Bulgaria”, señaló.
Para Geli, la Gran Guerra fue “bastante pareja” en cuanto a fuerzas, pero “tres meses antes del fin de la contienda bélica se hizo evidente la superioridad Aliada”.
“En la práctica, Alemania era controlada por los militares. Hay una situación de desgobierno y le tiran el poder a los socialdemócratas, quienes son los que tienen que negociar la paz. Los aliados les exigieron condiciones durísimas”, afirmó. El historiador señaló que los Aliados le impusieron a los alemanes “un tratado que dice, por ejemplo, que Alemania pierde el 10% de su territorio y el 10 % de su población”. También le prohibieron tener aviación, tanques, una flota de guerra, y sólo le dejaron un ejercito de 100.000 hombres.
“Lo más terrible es que el Tratado de Versalles estableció que la culpa era de Alemania. Por lo tanto, este país tenía que pagar a todos sus enemigos lo que había costado la guerra y sus consecuencias. Esto se llama Reparaciones”, señaló.
Recordó que, al mismo tiempo que termina la Primera Guerra Mundial, estalló en Alemania una revolución mediante la cual se forman consejos de soldados y obreros, aunque no se sabe si va a ser al estilo soviético.
“Finalmente los alemanes se pronunciaron por una situación democrática, con un parlamento, y así se crea la República de Weimar, respaldada por una Constitución muy moderna que consagra los derechos sociales”, señaló Geli.
Con respecto al Tratado de Versalles, el analista señaló que “la derecha alemana siempre va a decir que Alemania ha quedado esclavizada; por lo tanto, la denuncia del pacto va a ser su bandera en contra de la república”.
“Francia era la potencia que quería establecer las condiciones más duras, pues los generales franceses buscaban desmembrar a Alemania, cosa que los ingleses no estaban de acuerdo”, agregó.
“Cuando Alemania empezó con las Reparaciones impuestas luego de la Primera Guerra Mundial se produjeron graves consecuencias y estalló la hiperinflación. Un huevo salía 80 millones de francos. Alemania pagaba en oro, carbón, alimentos, aceros, barcos”, señaló.
Geli también recordó que después de que Adolf Hitler llega al poder en 1933, tras ser nombrado Canciller, empezó a “violar una por una las cláusulas del Tratado de Versalles y a desconocerlo” internacionalmente. (Télam)